INTRODUCCIÓN:
Ciertamente se riega el suelo y no el cultivo, de ningún modo se tira o echa agua. Debemos teorizar entonces algunas unidades compuestas para reponer al suelo la lámina de agua que ha sido evaporada y consumida por el cultivo con eficiencias de riego, luego de medir, el contenido de humedad del suelo a lo largo de un periodo de agotamiento comprendido entre lluvias sucesivas o el arreglo programado de dos riegos. De los métodos directos e indirectos tomados en campo para conocer este contenido de humedad y la dificultad de extracción de agua por la planta, usaremos el método gravimétrico y el método de tensión de humedad del suelo (THS), es decir, empleando muestras de suelo sin disturbar y usando sensores WATERMARK® enterrados desde la superficie hasta 40 cm de profundidad. Al comparar sus cálculos como lo veremos más adelante se encuentra un parámetro confiable de precisión “regular” entre humedad y tensión.
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