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Levante la mano aquel que haya entrado al mundo de la extensión rural por la puerta que le abrió un palancazo político...tal vez a muchos nos de pena o ni siquiera aceptemos que NO fueron nuestros grandes conocimientos o competencias constructoras del mismo, las que nos llevaron a tener la primera oportunidad de ejercer como extensionistas rurales. Cabe aclarar que hay unas entidades más clientelizadas que otras, es más dicen las malas lenguas que los partidos políticos se reparten las cuotas de ciertos ministerios y sectores...dicen por ahí que el sector rural es del entero dominio del partido Conservador, así como el ICBF lo es del partido Liberal...dicen, no, dicen. Encontré en la mega biblioteca de internet que el significado de clientelismo es: 

nombre masculino Tendencia a favorecer, sin la debida justificación, a determinadas personas, organizaciones, partidos políticos, etc., para lograr su apoyo. "clientelismo político".  En ese orden de ideas que tan buena pudo haber sido en su momento la asistencia técnica brindada por muchos de nosotros?; aun cuando digamos que eramos unos duros y que nadie nos ponía la pata en cuanto a conocimientos, es posible que le hubiésemos quitado la oportunidad a alguien más competente. Pero como estas prácticas aún son recurrentes, pues el servicio de extensión y asistencia técnica, seguirá estando en entre dicho; para la muestra un botón, en muchos municipios del país la ejecución de los PGAT está a cargo de EPSAGROs contratadas para tal fin, hasta ese punto todo parece normal y dentro de lo legal, pero he visto casos donde ante el cambio de frente político en el poder, es decir, sale la "maquinaria" y entra el "cambio" entonces extrañamente se cambia también la parrilla de extensionistas que atienden a los pequeños y medianos productores, muy posiblemente los que salieron, también entraron como cuota de algún político, y a lo largo de 4 años cuando por fin tienen un conocimiento que impartir y han culminado estudios profesionales y de postgrado, entonces les toca echar en su cajita sus más valiosos objetos y recuerdos y ceder el turno posiblemente a un inexperto bachiller o un recién desempacado profesional que ni siquiera le interesa el tema rural pero que no había más donde ubicarlo. Así las cosas...me pregunto...¿habrá que dejar el destino del servicio de extensión rural en manos de la objetividad de criterio de los políticos investidos de mandato? o ¿habrá alguna forma de blindar el servicio de extensión rural de los embates del clientelismo político?...Ustedes que dicen???