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En la economía de los nuevos capitales, la forma más efectiva de generar valor agregado es la diferenciación.

Así como cuando una mujer llega a una fiesta y se encuentra con su mejor amiga con un vestido idéntico, se siente morir y hace lo imposible por cambiarse, o cuando el hombre compra su celular de última gama y se da cuenta que su empleado tiene el mismo equipo, o cuando pagas tus vacaciones a San Andrés durante año y medio y vas en el avión feliz y de repente ves a tu vecino en la sala de abordaje, te sientes que no lograste tu propósito de vivir una experiencia única e irrepetible.

De la misma forma es la nutrición, cada persona que adelgaza cree que la dieta que hizo es la mejor y no hay poder humano para convencerla de otra cosa. En la alimentación tenemos las tendencias de lo natural, y no queremos alimentarnos con esos productos commodities, que son muy económicos pero que no permiten construir una historia, o un hito que lleva al estatus. Por eso los agricultores modernos son partícipes de la revolución del estatus, teniendo el poder de ayudar a las personas del común a llegar a la cúspide de la pirámide, logro que millones de personas quieren cumplir y que muy pocos tienen.

Para diferenciar podemos hacer un tratado, una saga o un mamotreto, pero en este momento les voy a nombrar algunos y me comprometo a nombrarlos y ayudarlos a que los apliquemos en las explotaciones colombianas. Iniciemos con la genética diferenciada, la cual es parte fundamental de las tendencias de comida étnica, comida funcional y neutraseticos.

Por otro lado podemos nombrar algunos de los sistemas de cultivo como los orgánicos, sostenibles y ecoeficientes. Las formas de comercializar han evolucionado, y en estas nuevas formas se reconocen el esmero y la pasión por hacer la diferencia.

Estamos en un mundo en el cual el dinero no importa si el producto cumple con el objetivo de brindar un estatus, el cual es soportado por una historia única e irrepetible. El reto es hacer productos con marcas y atreverse a vender las maravillas de la naturaleza colombiana al mundo entero. Esta es una responsabilidad para la época de paz que inicia.