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Suena raro, ya que se tiene un concepción de producción de commodities, en los cuales los capitales de inversión son gigantes. Pero lo que no es muy conocido es que en este tipo de negocios los márgenes son muy pequeños y el riesgo de inversión es muy alto. Estos grandes capitales son muy utilizados en la agricultura de subtropico, regiones y países en que las estaciones los obligan a utilizar grandes emprendimientos para poder producir los alimentos necesarios para el invierno. En estos países añoran un clima estable en el cual puedan organizar producciones continuas para amortizar los costos de las maquinarias del terreno y todas las tecnologías, mientras que en Colombia tenemos un clima estable que permite tener productos de las mejores calidades durante todo el año.

Paradigmas como que en Colombia se produce menos ya que tenemos días cortos, se compensan con la velocidad de producción ya que en Colombia se pueden hacer 3 cultivos de arroz de forma organizada y de forma intensiva, mientras que en Estados unidos o Brasil solamente se hace una cosecha al año.

Pensando en la generación de dinero, el secreto esta en la innovación, la perseverancia y la actitud para generar productos únicos e irrepetibles. Esa actitud es la diferencia competitiva que tiene un valor incalculable y es lo que los colombianos tenemos de sobra.

Lo que más cuesta es hacer que miles de agrónomos, campesinos y empresarios del agro den valor agregado, ya que en esta época de gran desarrollo tecnológico la tendencia es volver a lo natural, lo ecológico y lo organico.

En conclusión si quiere generar valor agregado debe pensar en mercados de nicho, mercados internacionales, desarrollo de marca, generación de historias que enamoren, generar historias de paz, ya que la comunidad internacional están esperando productos luego de 70 años de guerra.

Puede seguir quejándose y esperando que el Gobierno genere el cambio, o se puede desarrollar productos de paz con actitud positiva y el enfoque de dejar un legado a Colombia y al mundo.