Ninguna persona con sentido de razón, consciencia y de responsabilidad, puede seguir siendo indiferente ante lo que ocurre en el planeta, en su región, en su ciudad, o en el lugar en donde está; mucho menos cuando los sucesos que acaecen, con su ayuda o sin ella, están afectando de manera grave a las generaciones futuras, para expresarnos de una manera impersonal, y así no tener que hacer referencia a los hijos propios ni a los nietos. Excluyo de esta clasificación de conciencia, razón y responsabilidad a los dementes, sean estos jóvenes o seniles, a los decrépitos, psicológicos o morales, a los enfermos mentales de cualquier tipología o mal, como alzhéimer, esquizofrenia o algún otro mal parecido, pero que les termine afectando de manera directa su capacidad de análisis o raciocinio.
Todos los demás seres humanos debemos, y tenemos, que estar comprometidos en asumir un compromiso inmediato de hacer los cambios necesarios, y suficientes, para iniciar la modificación de los parámetros sociales, económicos, educativos, religiosos y culturales que nos están directamente afectando, y que con ellos se generen unos nuevos paradigmas humanos, y digo nuevos no porque sean desconocidos, sino por ser inaplicados, donde el individualismo y el egoísmo dejen de ser los patrones de éxito a seguir, o para imitar.
Es el momento, justo y propicio, de comenzar a desarrollar unos cambios inmediatos que nos lleven, como humanidad, a otros niveles de libertad personal y de libre albedrio, sin que ello implique considerar una afectación o alteración del área individual, para elegir y decidir con que criterio actuar, por más que sea una recomendación para abandonar decisiones personales que van en contra de una lógica universal, de justicia social y de carácter general, en donde quienes logran alcanzar el éxito, a partir de grandes ganancias financieras, o a través del poder político, económico o de cualquier tipo, no elijan, o consideren, el lujo exuberante para demostrar, o enrostrar, a los demás su éxito personal, comprando, adquiriendo, construyendo, edificando, exhibiendo artículos de lujo y exclusivos, sin que antes no hayan asumido compromisos altruistas con sentido social; como ayudar a comunidades enteras que viven en condiciones lamentables, promoviendo el impulso de la educación colectiva, demostrando empatía con poblaciones desfavorecidas, financiando campañas de educación y de salud pública en regiones afectadas por enfermedades, desastres o limitaciones ambientales.
Estamos viviendo un momento de crisis climática, ambiental y moral donde se requieren ejemplos de colaboración entre las sociedades y las personas, y en donde los parámetros de cooperativismo, y de ayuda social, son más que necesarios para impulsar a toda la humanidad hacia la consideración de acciones conjuntas y populares, que en forma masiva las dirijan, a las sociedades, a una mejor existencia y tras la esperanza de un buen vivir.
Porque, si la humanidad continua por el camino del individualismo, el personalismo y el egoísmo, la desesperanza general será el caldo de cultivo de innumerables sucesos, y con desproporcionados problemas, para todos los seres humanos del futuro; así que este es un llamado a considerar usar la lógica humana, que como supuestos seres inteligentes poseemos, para con ella obtener los cambios necesarios para poder romperle el espinazo al monstruo de la violencia que nos está tragando, al mantener y expandir tanta desigualdad e inequidad en este mundo a ser construido, o derruido, por todos los seres humanos en su conjunto.
Comentarios
Gracias por los comentarios a la carta, aunque no espero mucho si planteo en ella unas necesidades apremiantes para quienes seguirán después de nosotros, y me conformo con haberlo podido expresar y que quienes hacen parte de Linkata la hayan podido leer y hasta utilizar.
En la clasificación del primer párrafo se paso por alto a los PROMOTORES del mercantilismo e hiperconsumo planetarios, quienes también sufren algún tipo de enfermedad mental, que no los afecta directamente pero, que con sus acciones, afectan a los restantes pobladores del planeta. Búsquelos por CHINA, EE UU y algunas regiones de Europa. Son responsables de la extinción de especies, de la destrucción de ecosistemas y del agravamiento del efecto invernadero...
Gracias por el mensaje, bastante profundo y sentido. Es cierto, debemos salir de la carrera de las ratas en la que estamos atrapados como sociedad. Aunque el concepto original es económico, lo llevo a lo social. Ostentar no puede ser asumido como una forma de "desarrollo". Salir de esta carrera es la única manera de avanzar y para ello debemos superar nuestra historia. no queriendo borrarla como han pretendido hacer, sino asumiendo lo que realmente somos como sociedad, en base a ello generar cambios conscientes, no movidos por una moda o por estar a nivel.
Gracias por escribir esta carta Octavio. Con tu permiso, la compartiré, a ver si logra sensibilizar tantos corazones de piedra...