NEOCAMPESINOS
¡UN SUEÑO HECHO REALIDAD!
El término “Neocampesinos” se ha venido escuchando con mayor frecuencia, haciendo referencia a las personas citadinas que se van a vivir a zonas rurales o a campesinos que llevan sus prácticas agropecuarias a la ciudad. Pero, ¿de qué se trata esta tendencia y qué tanto conocemos sobre ella?
Esta tendencia moderna ha generado gran interés en personas de todas las edades que quieren “huir” de la agotadora vida en la ciudad hacia la tranquilidad de la vida en el campo. Por esta razón, cada vez es más frecuente encontrar en el campo gente proveniente de las grandes ciudades, quienes aprenden a cultivar la tierra, a criar gallinas y ordeñar vacas, entre otras actividades propias de la vida campesina.
Así mismo, hay campesinos que por diversas razones han migrado a las ciudades, no obstante, continúan cultivando sus productos agrícolas en huertas urbanas y criando especies menores en los patios o solares de sus casas.
Al respecto, el periódico El Tiempo publicó el pasado 1 de agosto un especial periodístico en el que hace una simbolización detallada de estos dos tipos de Neocampesinos, los “ciudadanos del campo” y los “campesinos en la ciudad”; que dependiendo del lugar en el que se ubican eligieron la agricultura como un estilo de vida.
Probablemente, si alguien dice que a poco más de una hora de Bogotá existe la “Aldea Feliz”, muchas personas no lo creerían. Sin embargo, es real, la Aldea Feliz es una comunidad sostenible ubicada en zona rural de San Francisco, Cundinamarca. Esta ecoaldea está conformada por jóvenes que buscan que todas sus actividades diarias estén en completa armonía con la naturaleza.
Es posible que a ningún transeúnte se le pase por la cabeza que en medio de una ciudad existan huertas urbanas con tomates, cebollas, fríjoles y otros productos agropecuarios, pero allí casi en el anonimato, muchos luchan por seguir produciendo sus alimentos, asegurando su sostenibilidad alimenticia y la de sus familias.
Tanto en el caso de los ciudadanos en el campo como en el de los campesinos en la ciudad aplica la reflexión que hacen los Aldeanos digitales, “el neocampesino no busca vender su trabajo por un salario, sino que siembra para su familia y para la comunidad, generando un fuerte vínculo de solidaridad”, un valor que se ha ido perdiendo con el tiempo.
Después de conocer un poco más sobre esta tendencia y si alguna vez has pensando en vivir en el campo, alejado de la ciudad y con nuevas experiencias, ¿quieres convertirte en neocampesino?, y si esa fuera tu elección ¿cómo vivirías la neoruralidad?
Comentarios
Apreciado Gestor:
Gracias por su información de las ecoaldeas en Colombia.
Para todos los que estén interesados en la permacultura y la agricultura urbana les recomiendo:
http://www.permaculturevoices.com/the-urban-farmer-show/
The Urban Farmer: Principles for Farming Profitability on Any Scale Anywhere (El Agricultor Urbano: Principios para una Agricultura Rentable a Cualquier Escala en Cualquier Parte)
Estimado Luis Fernando
El vídeo de la Ecoaldea es muy diciente de como se logra esa migración de la ciudad a el campo. Muchas gracias por este contexto de la Aldea Feliz.
Les comparto información de algunas Comunidades que se han logrado consolidar en el país.
Cordial Saludo.
Sobre estas tendencias es importante reflexionar acerca del impacto de la migración rural a las zonas urbanas y el efecto que tiene sobre el desarrollo agropecuario; sobre todo en regiones que hoy enfrentan dificultades por el relevo generacional de la población que se dedica a labores del campo.
Por otra parte, el término "neocampesino" no debe ser ligeramente asociado a aquella población urbana que migra al campo para fines recreativos, de descanso o por jubilación, en tanto esta dinámica afecta directamente los precios de la tierra con fines especulativos como es el caso de las zonas rurales cerca a las grandes urbes como Bogotá o Medellín.
https://www.youtube.com/watch?v=GA3VI92vOYg
Una imagen vale más que mil palabras. Video de la Ecoaldea Feliz en San Francisco, Cundinamarca.
Saludos, de un Neocampesino! en Sotaquira Boyacá (vereda Carreño)...
Villa de Leyva, si tuviera agua potable y suficiente (se quedarán sin agua en 20 o 30 años por el cambio climático y su condición de semi-aridez), y un mejor hospital, sería un excelente sitio para fundar una universidad rural internacional con el auspicio de fundaciones del exterior. El inmenso atractivo de su clima (temperatura media y humedad relativa baja) y paisaje, historia y prehistoria, sería la predilección para estudiantes y profesores nacionales y extranjeros. Este municipio es el vivo ejemplo y museo viviente de una tragedia ecológica sucedida durante casi 450 años por el agotamiento y el deterioro de los suelos, y el daño irreversible al ecosistema, principalmente por el monocultivo del trigo. Es un caso de estudio muy claro de cómo no hacer las cosas. Hay otros pobladores nuevos en nuestros pueblos más bellos que no son neocampesinos sino "finqueros de recreo" los cuales están generando una presión insoportable a los recursos naturales ya menguados de estos lugares. Villa de Leyva los padece hoy en día.
He aquí en distinción a cada uno ustedes las frases simbólicas¡¡¡¡
La ola alternativa de “neocampesinos” es una nueva reconfiguración de las sociedades urbano-rurales, y sin siquiera querer insinuar que es mala, considero que es absolutamente indispensable afirmar y comprender que para los “campesinos natos” la tierra no es únicamente el lugar donde cultivan alimentos, el campo no es para ellos una huida, un escape; por el contrario, es su vida, donde han construido y deconstruido sueños, esperanzas, ilusiones y vivencias. ¡Es su mundo, su único y particular mundo!.
Sin embargo, aprecio, valoro, respeto y comparto el pilar de los neocampesinos “siembrar para su familia y para la comunidad, generando un fuerte vínculo de solidaridad”. Esta es una buena alternativa para vincular sociedades urbanas con respeto por el campo.
Necesitamos Universidades Rurales en Colombia
Ver: http://www.universidadruralpf.org/quienessomos.php (dar clic en Formación)
La Universidad Rural Paulo Freire es el resultado de un proceso de resistencia y de toma de conciencia del valor de la cultura rural. Somos grupos diversos, de diferentes comarcas y regiones, como diversa es la realidad y la riqueza de los lugares donde vivimos y trabajamos. A todos nos identifica la lucha por mantener vivos nuestros pueblos, a pesar de su actual decadencia; vivas nuestras agriculturas, a pesar de su constante desmantelamiento tras la imposición del modelo agroindustrial; vivos nuestros ecosistemas, a pesar de su galopante deterioro; y, sobre todo, la creencia firme de que vivir en el medio rural merece la pena. Desde una perspectiva global, tenemos claro que lo ‘campesino’ es nuestra vía. La cultura campesina, con todas sus contradicciones e imperfecciones, encierra las claves para plantear de manera más correcta la construcción de otros modelos de desarrollo local.
Excelentes estas alternativas de vida amigables con el medio ambiente, deberían de ser programas estatales, creo que ayudaría mucho a las familias colombianas en este sin sentir de políticas agropecuarias del estado colombiano.
Integrar el campo con la ciudad sueño anhelado por muchos.
Saludos cordial para todos los amigos del campo
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