El caso de un grupo guerrillero que se desmovilizaba.
Era inicio de semana. Me encontraba en una región como encargado de la dirección de extensión a petición del director ejecutivo -también encargado- cuando desde la oficina central, nacional, me llamó el jefe para pedirme que me trasladara a un departamento con el fin de orientar un taller con grupo de jóvenes (hombres y mujeres) que estaban en proceso de desmovilización. Le comenté que no lo podía hacer inmediatamente pues ya tenía compromisos con grupos de agricultores. Me dijo que hiciera lo posible, que delegara, cancelara, o aplazara lo que pudiera, a fin de atender esa petición gremial y gubernamental.(VER TEXTO COMPLETO)
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