He visto y sigo viendo distintos tipos de extensionistas, sus hábitos de vida, sus motivaciones y sus rendimientos en el trabajo. Y puedo concluir que un buen extensionista, si importar la edad:
Es optimista y lo irradia a los demás.
Tiene buenos hábitos en la alimentación.
Es ajeno al tabaco, al licor y a las sustancias sicoactivas.
Abraza y saluda con una sonrisa sincera.
Se levanta temprano y se acuesta también temprano.
Es agradecido con Dios, con la vida, con el trabajo.
Le gusta estudiar, leer, aprender.
Procura innovar siempre su forma de trabajar.
Disfruta de su trabajo, del paisaje, del canto de las aves, de las plantas, las flores, el viento.
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