La premisa mundial es al no derroche, por lo tanto, nuestro foco debe ser el aprovechamiento de los recursos con los que se cuentan: naturales, el tiempo, el presupuesto, las personas. La planeación debe estar en la base del trabajo de extensión, lo que permite el uso racional de los recursos, prever situaciones de riesgo, enfocarse en el impacto y promover la participación. Solo de esta manera garantizaremos una mayor productividad del campo.
Este principio es un llamado a la eficiencia y a planificar de forma realista, buscando impactos positivos en el sector, nos invita a la conciencia colectiva en la mejora del uso de los recursos, el reciclaje y la reutilización para contribuir a reducir las afectaciones ambientales, que poco a poco han deteriorado nuestra salud y nuestros ecosistemas. Nuevas formas de trabajo e impulso a los productores como la economía colaborativa para acceder al desarrollo de mercados virtuales, de compras públicas, de circuitos cortos e inclusivos que hacen parte del nuevo entender de las dinámicas del sector. La Organización comunitaria y el fortalecimiento socio-empresarial, es uno de los caminos para fomentar el crecimiento de los pequeños productores. También nos habla de la productividad en nuestro trabajo y del aprovechamiento de los recursos que tenemos disponibles para ejercer nuestra labor, buscando maximizar nuestros resultados con las alternativas disponibles
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