Muchas personas van por el mundo moderno siguiendo marcas: la de la manzana, la del cocodrilo y la de la G. Es así como muchos creen que usando esos productos mejorarán su estatus y serán aceptados en los círculos sociales de su interés. Incluso consideran que esas marcas, son el pasaporte a círculos sociales a los cuales nunca podrían llegar por sus propios méritos, como su personalidad, conocimientos o ideas.
Ahora bien, analizando la internacionalización de los nuevos mercados nos damos cuenta que hay compañías gigantes que venden sus productos a las masas y lo hacen asequible al gran público. Sin embargo, aunque esas marcas tienen un gran poder económico, no dan estatus. Un ejemplo de ello es la compañía cervecera que patrocina a la selección de fútbol de Colombia y que todo el mundo consume a bajo costo; pero en contraste a ese producto, están las cervezas artesanales, de colores, con procesos de fermentación especializados, que no son asequibles al gran público por su valor agrega