TANQUE DEL PENSAMIENTO CIER 2024 V3.pdfPor: Luis Fernando Torres G.
Médico Veterinario, Esp. En Extensión Rural, MSc Desarrollo Rural
Durante la realización del VI Cogreso Internacional de Extensión Rural (CIER 2024) se realizó un interesante ejercicio participativo denominado Tanque del Pensamiento, donde se compartieron reflexiones de actores del sistema de extensión de diferentes países, entre otras, sobre Cambios que se requieren en política pública para fortalecer las capacidades de los extensionistas ante las nuevas herramientas tecnológicas y metodológicas que pueden aumentar el impacto de los programas públicos de impulso a la innovación. Comparto a la comunidad de extensionistas @Linkata mi pensamiento sobre el tema dirigido en Perspectivas del extensionismo latinoamericano 2040.
La crisis generada por la pandemia del Covid – 19 y diferentes fenómenos naturales como sequías, tormentas naturales, a los cuales se le suma el bajo nivel de apoyo al sector agropecuario, afectaron de manera significativa la producción agropecuaria lo que lleva a replantear el cambio de estrategias, lineamientos y metodologías para mejorar y fortalecer los servicios de extensión agropecuaria y rural con el fin de que lleguen a los productores y su núcleo familiar de manera eficaz, con pertinencia, oportunidad, continuidad y amplia cobertura. Para enfrentar esta problemática, común en el contexto latinoamericano, pese a las diferencias y características y desempeño del sector agropecuario, hay que pensar en reevaluar las políticas públicas existentes en esta materia, en especial las orientadas a los servicios de extensión, los cuales requieren de revisiones profundas dirigidas en primer lugar, en la formación desde las instituciones académicas, de extensionistas bajo los lineamientos enmarcados de una nueva política, para tener profesionales que respondan a las necesidades actuales de innovación agropecuaria para la transformación de los sistemas agroalimentarios, orientados a la adopción de prácticas y tecnologías sostenibles. En segundo lugar, bajo nuevas políticas se debe dotar al extensionista adecuadamente de herramientas y equipos tecnológicos con el fin de poder garantizar un servicio de calidad; igualmente es necesario que las entidades responsables de los servicios de extensión rural promuevan la formación de sus profesionales y que exista un plan estratégico de capacitación donde se incluyan temas técnico – productivos, la dimensión social, metodologías de extensión mediadas por TIC, incorporando además, la IA como recurso en los procesos de extensión rural y trabajo en red como facilitador de la difusión del conocimiento. La política pública, además, debe incluir aspectos como una apropiada inversión presupuestaria para el sector agropecuario, en especial, para el mejoramiento y sostenibilidad de los servicios de extensión, a pesar de la tendencia actual de su privatización. Se deben crear instrumentos de política pública que resignifiquen el valor de los profesionales extensionistas y le den reconocimiento en el papel fundamental que cumplen en la transformación del sector agropecuario.
Lo anterior se logrará con la creación de mesas técnicas amplias interdisciplinarias de discusión y concertación entre las entidades gubernamentales y los actores de los sistemas de innovación, entre los que se destacan universidades, centros de investigación, gremios de la producción, asociaciones de productores, organizaciones de profesionales y organizaciones sociales.
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